Reseña Individual
“Velocidad Lectora”
Todos tenemos la
posibilidad de leer bien y rápido.
Cualquier
persona puede perfeccionar su capacidad lectora. Puede multiplicar por 2, 3 ó 4
su velocidad habitual sin menoscabo alguno de su capacidad de de comprensión y
asimilación.
Hay experimentos que
demuestran que los lectores rápidos son los que mejor captan el sentido de lo
leído, ya que puede hacerse con las relaciones internas del texto y con las
particularidades de su estructura en un período de tiempo más breve. Son los
que saben sacar mayor partido del tiempo dedicado a la lectura. Lo ideal sería
poder leer tan rápido como fluye el pensamiento, que siempre es mucho más
rápido que el proceso de percepción visual. Muchas personas tras un largo
proceso de entrenamiento llegan a acercarse a este ideal.
La
mayoría de las personas hemos aprendido a leer con métodos silábicos o
fonéticos; hemos llegado al significado lexical de las palabras por la unión de
letras o sílabas. Esto lo seguimos haciendo cada vez que nos encontramos con
palabras desconocidas; pero llega un momento en que no necesitamos la
decodificación, reconocemos la imagen de la palabra completa de un solo golpe
de vista. Si nuestro cerebro fuese un ordenador podría decirse que tendríamos
una carpeta en la que estarían guardadas todas las palabras de las que
reconocemos su imagen (ortografía).
24
sonidos para 28 signos.
Nuestro idioma, podríamos decir, es un "idioma
limpio", la correspondencia entre los signos y su sonido es casi perfecta.
Podemos leer con correcta pronunciación cualquier palabra; e igualmente, a
través de la ruta fonológica podemos escribir cualquier palabra que oigamos
aunque nunca la hayamos visto ni oído. En idiomas como el inglés, alemán,
francés, esto no es posible, sonido y grafía no siempre coinciden. Nuestro
idioma tiene por tanto una gran ventaja, pero también el gran inconveniente de
la ortografía: nos aventuramos a escribir cualquier palabra aunque no la veamos
previamente. Esto es un gran error, puesto que si no la vemos difícilmente
podremos escribirla con corrección; pero nos han acostumbrado a arriesgarnos
aunque con ello tengamos un enorme riesgo de no escribirla correctamente
(vuela-buela, 50% de posibilidad de acertar; huevo-uevo-huebo-uebo, 25%).
Conclusión:
Los maestros lo pueden utilizar con sus
alumnos para mejorar su velocidad lectora, y es necesario que planifiquen un
entrenamiento sistemático buscando la colaboración de alumnos y padres, loa
maestros deben de tomar en cuenta los siguientes puntos:
· Que la meta de toda acción educativa es la
consecución de los objetivos para los que fue diseñada. Esta aplicación ha sido
específicamente hecha para mejora la velocidad lectora de todas las personas
que lo deseen.
· Que nuestra acción educativa no sólo debe ser
eficaz, también debe ser motivo de satisfacción personal como enseñantes. Los
alumnos de profesores satisfechos aprenden con mucha mayor facilidad. En consecuencia,
es un objetivo importante de todo docente el buscar placer en su trabajo en
beneficio suyo y de sus alumnos implicando a estos en un proceso de mejora
permanente.
Bibliografía:
Diego Guerrero, A. V. (s.f.). VELOCIDAD LECTORA. Recuperado el 4 de
Marzo de 2013, de :
http://cprmerida.juntaextremadura.net/cpr/velocidad_lectora/